Melodías encerradas
Ahogar la música del pensamiento, los sonidos de toda una vida, maniatados con espinas acerantes que se clavan una a una. Presa por la locura, su mente enferma divaga en pos de una melodía que haga resucitar a la mujer que fue un día.
Tengo problemillas para seguir el ritmo en esto del blog. Lo he explicado en mi desván.
ResponderEliminarAsí que quería avisarte para que no vayas a pensar que me olvidé de ti. Ni mucho menos.
Espero volver pronto y que tanto ajetreo termine cuanto antes.
Un abrazo enorme, cuídate mucho y espero que sepas perdonarme.