Quise ahogar las penas en vino, sin darme cuenta que solo a remojo las ponía.
Puse a desfilar los recuerdos viendo que ni uno bueno tenia, solo en los malos me sumergí hasta el regodeo.
Quise arrebatar la simpleza de mi vida sin saber que son las cosas simples las que te dan múltiples alegrías.
Hurgué en las profundidades del silencio para encontrar verdades y me di de bruces con amargos pesares.
El loco desatino que rige mis momentos afines a las vivencias inequívocas que desfilan por mis ojos de aquellos viejos tiempos.
Hoy se confunden con el sopor embriagador del vino haciendome exhalar hondos suspiros.
Puse a desfilar los recuerdos viendo que ni uno bueno tenia, solo en los malos me sumergí hasta el regodeo.
Quise arrebatar la simpleza de mi vida sin saber que son las cosas simples las que te dan múltiples alegrías.
Hurgué en las profundidades del silencio para encontrar verdades y me di de bruces con amargos pesares.
El loco desatino que rige mis momentos afines a las vivencias inequívocas que desfilan por mis ojos de aquellos viejos tiempos.
Hoy se confunden con el sopor embriagador del vino haciendome exhalar hondos suspiros.
Un trago de vino poco a poco me transporta al suave encanto del abrazo en los brazos de Morfeo. Mientras dormito envuelta en efluvios baconianos, ni tiemblo, ni sufro, ni padezco, ni sueño...
Os deseo una grata semana a todos.
ResponderEliminarY no ahogueis las penas en vino por qué despues solo queda una buena resaca en compañia de las penas que no se han ido.
Yo disfruto de tus versos con una copa de buen vino.
ResponderEliminarBesos que la semana te sea grata para que no la ahogues en vino
¡Ese vino tan cantado por los poetas de todos los tiempos!
ResponderEliminar(pero bien podríamos tomar un par de copitas para brindar por Stanley ¿no?).-
Las penas son las sombras de los momentos jubilosos, nunca los abandonan. Se precisa mucha luz, potente y multidireccional, para poder difuminarlas.
ResponderEliminarDespués de haber huído gracias al vino, siempre habrá más motivos aún para volver a escapar, y cada vez será más fácil...
Feliz semana, amiga.
No las ahogaré nunca en vino...Eurice...no me compensaría. Un beso
ResponderEliminarNiña a mi esas cosas no me pasaran nunca no soy capaz de beber ni un trago de vino,abrazo fresco como lechuga!
ResponderEliminarHas visto te he puesto MAESTRA(broma) por lo del otro dia gracias linda.
Aunque comparto (y hasta me corta esa frase de que si pienso que el silencio..)
ResponderEliminarAsí todo, comparto tu exposición y ahogaría junto a tí mis penas, ó aquello que me gustaría olvidar y que solo en forma de sopor pudiera llegar a mi mente.
Un beso (aunque sea con resaca)
Bon día Eurice.
ResponderEliminarEl vino siempre es un buen analgésico contra las penas a pesar de acrecentarse por el consumo del mismo.
Por que siempre nos quedaremos con las cosas malas y tristes?, en el fondo nos gusta, es como una especie de manera de buscar el sentimiento, de seguir pensando que estamos vivos.
Y una buena copa de vino siempre es una gran compañía...
Me encanta leerte...aunque a veces tengan tinte de nostalgia tus letras, tus versos. Yo si que ahogué momentos en vino, para recuperar la consciencia y darme cuenta de q era mejor estar sola q mal acompañada. ¡Pero que bien me sentó ese vino!. Un fuerte abrazo querida Eurice. TQM, y lo sabes. Uru.
ResponderEliminarNo hay que para olvidar. Hay que berber para all-brindar.
ResponderEliminarMinha boa amiga, gostaria muito
ResponderEliminarde ter a possibilidade de beber
uma taça de vinho consigo.Há
pessoas que conheço da Net que
gostaria de conhecer pessoalmente,
é o caso.
Desejo que esteja bem e tenha
uma boa semana.
Bj./Irene
jaj cariño, vamos, que te has cogido una tajada de las que te hacen olvidar todo... jajaja Bueno, pues bienvenida sea la tajada si te inspira frases tan bellas y poema tan maravilloso, jaja
ResponderEliminareso si, cuidado con la resacona, que luego te das cuenta que todo vuelve y lo que querías olvidar aparece de nuevo pero doble (por la borrachera, ajaj).
bezos.
El vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la curación de la tristeza.
ResponderEliminarSéneca.
Hoy quiero beber contigo,tengo una copa en mi mesa.
Mil abrazos.
Ángel de Libertad.
El vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la curación de la tristeza.
ResponderEliminarSéneca.
Hoy quiero beber contigo,tengo una copa en mi mesa.
Mil abrazos.
Ángel de Libertad.
Querida Eurice,
ResponderEliminarUna vez escuché a una persona muy sabia decir que para ver vino hay que ser sabio, haber crecido, por eso el bebía agua... y a veces, casi nunca, vino.
Pero bueno, mientras alcanzamos ese estado, que el Dios de la Uva al menos nos lave las penas ya que nos las muestra cuando nos sumerjimos en sus sabores.
... y qué hermoso texto sincero y reflexivo nos has dejado.
Besitos.
Quise ahogar mis penas,
ResponderEliminarinyectar el alcohol puro en mis venas,
soñar...
pues después volví a despertar.
Un enorme abrazo Eurice :)
Pasa un estupendo día.
Es tan placentero leer lo que escribes , que casi dormito al compás de Elvis mi Rey Adorado.
ResponderEliminarbesos
Brindo por el sentir de tus letras y por tu desván...
ResponderEliminarTe sigo y leo,
Bsos
Aunque digan que el alcohol ayuda a olvidar ¡¡qué gran mentira!!!....
ResponderEliminarUn besazo!
Con una copa de vino también se puede brindar al compás de la amistad, un chin chin por este post y por tí querida Eurice.
ResponderEliminarUn besazo.
Tus versos, tu copa vino y el melodioso Elvis me trasladan en el tiempo a la mítica Samarcanda, allí, jarra en mano, Omar Khayyam recita, a la luz de la luna, alguna de sus Rubaiyat:
ResponderEliminarVII. La hez del vino
Si de mi juventud es hoy la fiesta,
la ofrendaré del alba hasta el ocaso,
apurando a placer vaso tras vaso
el viejo vino que a soñar apresta.
Si la halláis en sus heces escondida,
no maldigáis, amigos, su amargura,
porque fué su exquisita levadura
esencia de mi sangre y de mi vida.
Descansa, Baco y Morfeo te acompañan.
Las penas no siempre se pueden ahogar con vino. Se emborrachan, pero no desaparecen.
ResponderEliminarUn saludo.
con una de esas, ya ni despierto pero siempre sirven para olvidar un ratito nuestros desamores
ResponderEliminarNo, lamentablemente no sirve ahogar las penas en vino. Las penas hay que dejarlas penar hasta que las coges por sorpresa y las arrancas de tu corazón.
ResponderEliminarUn saludo.
Hermosas y tristes tus palabras, pero que ciertas. Brindo contigo para que no sea necesario beber para olvidar sino compartir una copa para recordar.
ResponderEliminarSaludos.
No es bueno regodearse en la tristeza, pero, a veces, no queda más remedio. Cuando uno baja hasta el fondo, luego ya no queda más que subir. Es un ejercicio para desentoxicar el alma.
ResponderEliminarEso es bien cierto, en las cosas simples y sencillas de la vida está la felicidad. A veces los fuegos fatuos nos desorientan.
Me gusta mucho cómo reflejas los sentimientos, uno lee tus versos con tanta fuerza y son fácilmente identificables. Los hace suyos. Un gusto leerte.
Un abrazo grande,
Margarita
Como echaba de menos tus preciosos versos. Pase por mi blog desde mi Movil y vi tus mensajes. Tengo ganas de volver a escribir así que no tardare ( aunque hasta finales no vuelvo al trabajo). Tus mensajes me animan a ello. Un beso enorme mi dama oscura y pronto vuelvo...
ResponderEliminarNi tiemblo, ni sufro, ni padezco, ni sueño...apenas sobrevivo a este mojada en vino, llamado recuerdo.
ResponderEliminarBesos
Hermoso lo que escribiste, querida amiga! Y uno sigue buscando en el lugar equivocado.
ResponderEliminarYo al revés, cuando estoy mal, tomo agua.
BESOTES DIVINA Y BUENA SEMANA!
Es cierto cuando las penas se ponen a remojo no se ahogan y desaparecen, por el contrario, cobran más vigor... por eso acudir a este poema puede ser como las cosas sencillas y fáciles de utilizar y recordar, aportando alegría al alma.
ResponderEliminarEstá muy bien escrito, además de ser muy sensato y lógico.
saludos.
Que no, que no, que yo soy muy controladora y me llevo mal con todo lo que pueda controlarme...
ResponderEliminarY que conste que me encanta el vino , pero controlado , me gusta embriagarme mejor de sentidos...
Muaks.
No sé si en el vino andará la verdad, pero cierto es que ayuda a olvidar... aunque las consecuencias sean dolorosas.
ResponderEliminarUn beso inter pocula, milady
Bañamos con frecuencis nuestras penas con vino no del añejo y fino y nos produce atasco de algo que nos imbuye el dios Baco. Cuanto más raspamos en las heces de nuestros vinos no bien bebidos y digeridos nos salen costras de difícil solución. Seamos prevenidos, pues el vino tomado con la suavidad que requiere nos puede sanar. Interesante punto de vista.Besos
ResponderEliminarMöbius
ResponderEliminarBibamus, moriendum est.
beso inter copua Milord.
El vino no ahoga las penas ni acuna los dolores. Pero compartirlas con un buen amigo/a una buena copa de tinto de ribera del duero es maravilloso. Hace que las heridas duelan menos
ResponderEliminarNo sabes como me alegra leerte y ver que mi madre sigue siendo quien era, esa mujer que va a por todas y que no se deja derrotar por las circunstancias de la vida soy tu fans numero 1
ResponderEliminarCUIDATE PRECIOSA!!!!!!
BESAZOS!!!!
Ahoguemos en sentimientos dispares.Vivamos la copa del encuentro.Seamos nosotros amantes de nuestro bienestar.Todo vendrá a nosotros, si nosotros mismos nos sentimos bien.No vivamos de lo negativo; de vez en cuando qué bien sienta una buena copa de buen vino. Alegra el corazón y levanta el espíritu.Confiemos en todo el potencial que conllevamos, y creamos en aquella vida que deseamos.Es posible.Pensemos que debemos ser felices de muchas formas. Busquemos. Besos
ResponderEliminarNi tiemblas, ni sufres, ni padeces, ni sueñas...pareciera un vil consuelo pero puede ser un punto de partida, pues quizá, en esa especie de indiferencia melancólica que nos encierra de tanto en tanto, no nos damos cuenta de que estamos disfrutando algo, aunque sea un sorbo de buen vino, que no es poco. De allí en más, trago a trago, puede comenzar un camino de disfrute...Besos.
ResponderEliminarEurice, creo que con tus bellos poemas, se puede aliviar las penas mejor que con el vino, pero una copita de un buen vino nunca viene mal...
ResponderEliminarMil besos poeta
Bienvenidos Princesa,Ginebra, Maria, Carlos, Margarita Joshua a este oscuro desvan de mi memoria.
ResponderEliminarEstoy nostalgica... y tus versos me ayudan uno pensaria que nostalgica y leer algo nostalgico lo hunidiran... pero no!
ResponderEliminarGracias por compartirlo. Te deseo una gran semana llena de cosas maravillosas.
Me gusta el vino y ayuda a olvidar aunque sea por poco tiempo pero despues... la cosa sigue igual.
exito!
Hola, Eurice, no compensa ahogar las penas en vino, hay que vivir la vida despejada, el vino juega muy malas pasadas, si piensas detenidamente seguro que encontrarás agún buen recuerdo, pero para eso hay que soltar la copa o tomarse una sola brindado por la vida y por la alegría de vivir y no caer en los brazos de Morfeo.
ResponderEliminarSí que me ha sentado bien la jubilación, pero esta poesía la tenía hecha antes de jubilarme, la vida de jubilada está pero que muy bien.
Gracías por tu bonito comentario, no creo que el amor sea para presignarse, es lo más bonito que hay en el mundo.
Un beso muy fuerte de esta amiga que te lo da con una copa de buen vino en la mano.
el vino es rico y se disfruta cuando lo hacemos por placer y con medida, pero es mal consejero en las penas que las remueve y desestabiliza,en lugar de arrancar y expulsar, un abrazo y bendiciones con amor.....luz estrella
ResponderEliminarNo, para nada son buenas las borracheras, porque hacen que las penas y problemas, al menos los míos, se multipliquen...
ResponderEliminarEl vino, para una cena romantica con velitas
Un beso cielo
Olvidar no se olvida pero al menos duermes un poco. Demasiado poco
ResponderEliminarBésix
Revoloteándo llegué hasta aquí y he de decirte que ha sido muy grato encontrarte.. tienes un blog maravilloso.. Enhorabuena !!
ResponderEliminarUn Besoteeee
Sgroya
Dicen que el vino mata pero le quiero
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