Días sin mañana...

Podia despertarme bañada con el sabor salado de las lágrimas,

mientras fuera rugia aterrador el viento, los truenos que iluminaban ese santuario diario, que es el aposento donde reposa el cuerpo,
mientras divaga la mente inerte ausente de pensamientos,

con resquicios de emociones en jirones rotos por el dolor,

traspasan las ideas...

que fugazmente mi mente asocia con aquellos días de vino, sin rosas y un dolor atroz.

La boca muestra una mueca indiferente ante el terror de seguir viviendo perdida, rodando como canto por la vida.

No es el viento, ni las rafagas de luz que traen los truenos en las noches de tormenta,

son el recuerdo de aquellos días en que perdí el control,

dejando de ser yo, para ser una mente anónima que vaga en la noche silenciosa,

atada a los recuerdos infames que golpean el ayer que ya nunca será el hoy...de incierto futuro.
Días sin mañanas, noches sin amaneceres que te orienten hacia el horizonte,vestigios de cristales rotos donde tu rostro es una amalgama de colores de un caleidoscopio.

Despierta estoy sin saber que hacer ni donde ir a parar, como un canto rodado, esperando ser golpeado por un pie descalzo...