me llevaba prendida de su mano, para no dejar de subir los escalones con paso pesado que me llevaban al paraíso artificial, donde cada despertar era mas terrorífico, donde la dama blanca me tenia atrapada sin dejar de soltarme la mano.

Ayer por fin abrí los ojos, y desempolve mi vida.
Hoy camino firme y erguida...la dama blanca es solo un ingrato recuerdo de mi pasado...está enterrado junto aquellos que en ese infame viaje me acompañaron.
Me he enrrocado y le he dado jaque mate, mis alfiles nubios han ayudado...ya no hay polvo ni debajo de la alfombra.
2 comentarios:
Me siento enganchado a tus textos de puño y letra..voy a acabar enamorandome....
Felicidades....
Cuánta ruina trae la Dama Blanca, cierto. Nada como la libertad. Y quien supera una adicción (que será una superación de por vida), además de valiente, sabio.
Pero qué buen tema el de Clapton pese a todo...
Un abrazo, Eurice, envuelto en noche por fin
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