
Aunque me excluyas de tu vida
oculta en un mundo de recuerdos
guardada en tu memoria.
No albergaré la mínima duda,
mientras me aliente un soplo de vida,
como una vela encendida
permaneceré alumbrando tu camino...
Ahuyentando las oscuras sombras
que se ciernan sobre ti y alejando angustiosas pesadillas.
Por fuerte que sople el viento,
así fuera huracanado.
La perenne llama de mi recuerdo
te seguirá alumbrando.
En tus días buenos me ignoraras
en los llenos de temor y soledad
susurros al oído te llegarán,
de voces lejanas antaño escuchadas.
Una grave voz te hablara,
una carcajada escucharás
rompiendo en añicos el silencio.
Para que en ese precioso, preciso momento...
Arranque una sonrisa saliéndote de dentro.
Que los que te rodeen al mirarte,
lean una historia pasada en tu mirada.
Así sabrán que sigo viva,
no solo por ser en ti un recuerdo.
Sino porque vine a este mundo para ser tu guía.
Hablame con el pensamiento,sin temor,
siempre estaré a la escucha, pegadita a tu oreja.
Mis palabras en forma de pensamientos,
sin ser oídas, serán sentidas y por ti escuchadas.
A solas tu y yo en el silencio,
Y en las interminables noches
agazapada entre las notas
Te dirá:
Cuanto te pude querer y no quise decirte...
porqué nunca fue la hora ni busque el momento.