ESCRITORAS FEMINISTAS
SANDRA M GILBERT & SUSAN GUBAR
LA LOCA DEL DESVÁN
Las autoras proponen una serie de preguntas, como punto de partida de su crítica en la que harán un recorrido por la situación de la mujer literata del siglo pasado:
¿ Dónde deja a la mujer literata una teoría de la literatura implícita o explícitamente patriarcal?
¿ qué significa ser una mujer escritora en una cultura cuyas definiciones fundamentales de la autoridad
literaria son franca o encubiertamente patriarcales?
¿Cómo influyen en los modos que estas prueban la pluma?
¿Cómo afectan las advertencias patriarcales en la voz de la escritora?
¿Trata ella de sonar como la voz masculina, imitando su tono, sus inflexiones, sus expresiones, su punto de vista?
¿ Le responde con su propio vocabulario, su propio timbre, insistiendo en el punto de vista propio?
"Las mujeres sólo existen para que actúen sobre ellas los hombres, tanto como objetos literarios cuanto como objetos sensuales" ( tópico de las sociedades patriarcales ). Rousseau sería un ejemplo, como hemos visto, de algunas voces que proclaman esta convención.
" Si las mujeres contemporáneas sí prueban ya la pluma con energía y autoridad, sólo son capaces de hacerlo porque sus antepasadas de los siglos XVIII y XIX lucharon en un aislamiento que sintieron como enfermedad, una enajenación que sintieron como locura, una oscuridad que sintieron como parálisis, para superar la ansiedad de la autoría que era endémica en su subcultura literaria "
" La literata siempre ha afrontado oposiciones igualmente degradantes cuando ha tenido que definir su presencia pública en el mundo; como observó Woolf, la escritora parece encerrada en un doble y desconcertante brete: tenía que escoger entre admitir que " sólo era una mujer " o reclamar que " era tan buena como un hombre ". George Sand y George Eliot utilizaron con gran fama una especie de encarnación masculina para conseguir que los hombres aceptaran su seriedad intelectual "
SANDRA M GILBERT & SUSAN GUBAR
LA LOCA DEL DESVÁN
Las autoras proponen una serie de preguntas, como punto de partida de su crítica en la que harán un recorrido por la situación de la mujer literata del siglo pasado:
¿ Dónde deja a la mujer literata una teoría de la literatura implícita o explícitamente patriarcal?
¿ qué significa ser una mujer escritora en una cultura cuyas definiciones fundamentales de la autoridad
literaria son franca o encubiertamente patriarcales?
¿Cómo influyen en los modos que estas prueban la pluma?
¿Cómo afectan las advertencias patriarcales en la voz de la escritora?
¿Trata ella de sonar como la voz masculina, imitando su tono, sus inflexiones, sus expresiones, su punto de vista?
¿ Le responde con su propio vocabulario, su propio timbre, insistiendo en el punto de vista propio?
"Las mujeres sólo existen para que actúen sobre ellas los hombres, tanto como objetos literarios cuanto como objetos sensuales" ( tópico de las sociedades patriarcales ). Rousseau sería un ejemplo, como hemos visto, de algunas voces que proclaman esta convención.
" Si las mujeres contemporáneas sí prueban ya la pluma con energía y autoridad, sólo son capaces de hacerlo porque sus antepasadas de los siglos XVIII y XIX lucharon en un aislamiento que sintieron como enfermedad, una enajenación que sintieron como locura, una oscuridad que sintieron como parálisis, para superar la ansiedad de la autoría que era endémica en su subcultura literaria "
" La literata siempre ha afrontado oposiciones igualmente degradantes cuando ha tenido que definir su presencia pública en el mundo; como observó Woolf, la escritora parece encerrada en un doble y desconcertante brete: tenía que escoger entre admitir que " sólo era una mujer " o reclamar que " era tan buena como un hombre ". George Sand y George Eliot utilizaron con gran fama una especie de encarnación masculina para conseguir que los hombres aceptaran su seriedad intelectual "
¡Ay! De una mujer que prueba la pluma,De semejante intrusa en los derechos de los hombres,De semejante presuntuosa criatura se opina Que ninguna virtud puede redimir su falta ANNE FINCH, condesa de Winchilsea
En cuanto a todo es disparate del que hablaban Henry y Larry, la necesidad de "yo soy Dios" para crear (supongo que querían decir "yo soy Dios, no una mujer").Este "yo soy Dios", que hace de la creación un cato de soledad y orgullo, esta imagen de Dios solo creando el cielo, la tierra, el mar, es esta imagen la que ha confundido a la mujer.
ANAIS NIN
Si la pluma pluma es un pene metáforico, ¿con que organo generan los textos las mujeres?
ANNE FICH
Sé prudente entonces, Musa mía, y retirate callada:No sea que te desprecien queriendo ser admirada;Y conociendo tus faltas, con el ala encogida,A unos pocos amigos para tu pesar cantes:Porque los bosques de Laurel nunca fueron de tu incumbencia;Se oscura como tu sombra y contenta con ello.
1 comentario:
me encanta como esta kedando tu blog esta guapisisisimo un besazoooooooooooooo
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