Hay razones donde solo manda el corazón.
Ella la rosa que brota en terreno aspero.
Tu él viejo arbol afianzado.
Las lágrimas derramadas han corrido como caudaloso río,
dejando una riada de barro que ha enterrado el amargo pasado.
Como un revival, el azar os juntado...
Y sin querer, queriendo un encuentro,
os ha devuelto el tiempo atrás dejado...
hoy por fín recuperado.
Tiempo habrá para arreglar los asuntos del pasado.
Si fuera yo:
dejaria el rio correr y que al mar fuera a desembocar...
Mar de lágrimas reparadoras de un amargo ayer.
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