Viaje con retorno...espero

Si, un viaje no deseable por donde sucedió y revelador por otro lado de las miseria humanas.
Siempre que tengo una crisis se avecinan tiempos revueltos, el fantasma de la depresión que fue la que me hizo adentrarme en este mundo, ha vuelto a dar la cara... es tiempo de infinito silencio, ya se sabe lo que dicen: la cama es la cuna del depresivo, en mi caso son las esquinas, me siento en el suelo acurrucada con los brazos recogiendo mis rodillas y espero que cesen de correr las lágrimas por mi rostro... y ver la llegada del nuevo día.

No escucho,
¿solo miro, tal vez?.
Cansada de mirar sin observar...
Me digo: ¿ miro mientras pienso ? ¿ o solo pienso?.
Pienso, sin atender los sentimientos,
que escapan al control, pugnando por salir indemnes.
¡ Los axfisio ! ¡Si!
Pienso en escribir, todo el sentimiento, que albergo en mi.
La torpeza limita, mientras calla la vergüenza y vence la pereza.
Quiero expresar sin comunicar que siento...me arrepiento.
Silencio, más de lo que siento y pienso.
Me miento más de lo que quiero,
Deseo más de lo que debo...
me pierdo entre la soledad y el silencio...
congelador audaz de sentimientos.
Me quedo quieta...observo.
Retorna el silencio sepulcral.
Nada ni nadie me dañará jamás.
Solo el aterrador y hierático silencio,
testigo mudo, presencial de sentimientos,
sepultará mis oscuros sentimientos.