Concèdeme este baile

Siempre había soñado estar enamorado de alguien con el corazón limpio como tu, con alguien a quien amar libremente. Siempre había pedido al cielo que pusiera en mi camino a esa mujer que despierte de la melancolía y entrelace sus dedos con los mios. A alguien que me dijera "a mi también" con la mano en el corazón, cuando yo le dijera lo que admiro de este mundo. Creía vivir resignado al darme cuenta de que mis gustos no eran los típicos que se requieren estos días, es difícil encontrar a alguien que, por ejemplo, diga que adora las canciones de Roberto Carlos. Lo más duro, es cuando te dicen algo ¿ el futbolista ha sacado disco? Entonces, uno se da cuenta de que no tiene nada que ver con el mundo actual, que nadie entenderá el verdadero valor de la palabra Romanticismo, que nadie sentirá el lamento de una canción de jazz, que nadie se estremecerá al oír una voz rota acompañada de una guitarra de blues, que el resto solo conoce a AIDA, como una ex-concursante de GH o como la serie de TV, sin reconocer la obra musical y poética. Nadie conoce a NOVALIS, nadie se estremece ante sus versos complicados pero llenos de amor a algo que no es de este mundo.
Pero me equivoqué, queda alguien que conoce el significado de la palabra AMOR, en toda su plenitud; el amor entregado, el amor sin condiciones, el amor al arte, a cada verso. A alguien que siente como yo siento.
A veces en la vida uno toma caminos erróneos y, para justificarse, prefiere hacer suya la frase "es lo mejor que he podido hacer o encontrar", pero nunca es así, siempre hay alguien que nunca permitirá que te olvides de ella, que nunca dejará que pase demasiado tiempo sin que sepas de ella, sin que, al menos una carta, no te demostrará que piensa en ti y que desea que no la olvides, que siempre lo sepas. Entonces, los sueños te transportaran a una sala semi oscura, donde ella se acerca y, sin decir nada, abraza tu cuerpo con sus delicados brazos y el movimiento empieza en cuanto ese piano comienza a tocar lentamente.

Un baile para el principio, un baile eterno.
En el mundo real, los bailes acaban, a menudo demasiado pronto. En los sueños, ese baile es único, es el baile de dos enamorados que desconocen la palabra fin. Ojala viviéramos en esa sala de baile, sin hacer más que sentir nuestros cuerpos al son de un piano, abrazados, sin nada más por hacer.
No te preocupes, disfruta esta noche que tus amigos te han preparado, disfrutarlos y vive ese momento como único. Nunca se agradece lo suficiente el cariño de las personas que están cerca, trabajando para que la vida sea más feliz.
Tu eres mi fantasía de este gran mundo de los sueños.